Después de tantas decepciones, malas experiencias y demasiado sufrimiento se crea una especie de trauma por volver a Amar y que por mas que recién heridos nos decimos que mas nunca volveremos a enamorarnos...inevitablemente, como por obra macabra del destino, la vida nos vuelve a cruzar en el camino a ese ser que se mete en nuestros pensamientos...y de repente como efecto anestésico, el dolor del pasado desaparece de nuestra memoria y nos convencemos a nosotros mismo que "esto si es real...diferente" y ahí nos vamos a ciegas por una relación con desenlace incierto y nuevamente con un corazón ilusionado y comprometido al 100%.
Nada mas dañino y auto destructivo.
¿Porqué entregar lo mas valioso de nuestro ser a una persona, sin comprobar que vale el riesgo?
La experiencia sin lugar a dudas es la mayor maestra de vida, por lo que debemos tomar de ella lecciones de seleccionar lo mejor y lo ideal para nosotros. No aferrarnos al poco tiempo a esa persona, en la que aun no hemos visto su valía; es decir, lo bueno que ha aportado a nuestra vida, que su presencia proyecte mejoras a corto y largo plazo en nuestra calidad de vida y eso se vea reflejado en una nueva actitud ante la vida con el apoyo de nuestro real complemento.
No regalemos el corazón a cambio de apatía y egoísmo.
En la medida que nos valoremos y aprendamos de las experiencias pasadas podremos elegir cada vez mejor lo que necesita nuestra alma.
Pongamos un precio justo a algo tan valioso!!!
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